Acerca de ello, lo cierto es que el trabajo de documentación con el que suelo comenzar el proceso de trabajo resultó en esta ocasión un tanto cautivante, debido a la cantidad de temas que quería usar (así como a los patrones que, unos por causalidad y otros por casualidad, lo conectaban todo entre sí en una vasta red de ochenterismo desenfrenado). Del mismo modo, los apuntes, bocetos y prebocetos se multiplicaron también.
A continuación los lápices finales, que son la parte del proceso de creación que figura en la exposición. En cualquier caso en la fase de acabados todavía llegué a improvisar varios cambios, además de eliminar y añadir detalles.
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